El perro, la perra, el zorro y la zorrera.

Ayer volví a darle una oportunidad al nuevo programa de Buenafuente. "En el aire". Me sacó pocas risas, pero me hizo reflexionar sobre un tema con el que ya llevaba mucho tiempo en mente, y que quería comentar. Se habla, y mucho, de los sexismos en el lenguaje. Sexismos que  la RAE autoriza y refleja dejando en un mal lugar a la mujer. Es cierto que, muchas palabras en masculino tienen un simbolismo positivo, y si las colocamos en femenino, es todo lo contrario. Zorro por ejemplo, es un hombre astuto, y zorra, es una puta, hablando mal y claro. Pero, ¿debería la Real Academia Española eliminar esas acepciones del diccionario?.

Es curioso, porque si me paro a pensar la mayoría de insultos que conozco, y que utilizo y he utilizado no vienen reflejados en él. Creo que algo tan bello a la par que perverso como el insulto debe tener una pizca de ingenio y originalidad. Prefiero ser malhablado a un vulgar zafio. ¿Influye en mi día a día que eliminen ciertas acepciones de un libro?, ¿se erradicarían como consecuencia de ello en 20 o 30 años?. Conociendo un poco al ser humano, yo creo que no. Siempre he creído que el diccionario debe adaptarse a la forma de expresión de la gente. Teniendo en cuenta, desde el poeta más ortodoxo hasta el quinquillero más zarrapastroso. 

Cierto es que existen un mayor número de palabras con una mala connotación femenina, consecuencia directa de la represión y machismo dominante en nuestra sociedad durante una época de asquerosa dictadura. ¿Pero debe la RAE ignorarlo de golpe? Tema a parte es el del lenguaje inclusivo y la lucha que desde muchos grupos sociales se está ejerciendo. Comprendo sus razones pero no las comparto, considero que las medidas que proponen entorpecen el lenguaje y que este, no es consecuencia de la discriminación y situación de desventaja en la que dicen encontrarse las mujeres por su culpa. Cuando me refiero a un grupo de hombres y mujeres utilizo todos, o nosotros, y no creo que sea sexista. Soy hijo de una madre, nieto de una abuela, primo de primas, y novio y amigo de mujeres. Las respeto como a cualquier otra persona, porque a mis ojos no todos somos iguales, pero todos merecemos lo mismo ((siempre y cuando nuestros actos no digan lo contrario)). Para mi el respeto y la tolerancia son otra cosa, algo mucho más allá. Tolerancia no es decir "nosotras" o "nosotrxs" o "nosotr@s", tolerancia es tener las mismas oportunidades en todos los ámbitos sin que nadie tenga que reprocharle al otro.

Yo me he encontrado en situaciones claras de desventaja, por ejemplo al solicitar un puesto de trabajo. En las tiendas de ropa, centros comerciales y supermercados, es sabido por todos, que hay un porcentaje mucho mayor de mujeres, y de momento no he escuchado quejas al respecto. Tampoco de las facilidades que tiene una fémina respecto a un hombre para entrar en cuerpos como los bomberos, la policía o el ejército, cobrando lo mismo y desempeñando trabajos de menor riesgo y dureza. Ni mucho menos escuché a este tipo de grupos sacar la cara por nosotros cuando a la mili solo podían ir los varones, y cuando hace unos años quisieron volver a implantarla. ¿Buscan la igualdad o la supremacía de la mujer? Supongo que habrá de todo, pero me molesta que vendan como lucha de "iguales" una lucha que no representa a todos. Y cuando digo todos, me refiero también a mi madre por ejemplo, que siente vergüenza al escuchar determinadas cosas de grupos feministas, o al ver que no dejaban entrar en locales okupas a su hijo y marido por tener pene. 

En definitiva, pienso que la sociedad que tendremos es la que nosotros mismos vamos a construir, que la única manera de que las discriminaciones en ambos sentidos se evaporen es el respeto, sin profundizar en las pequeñas cosas de las que se podría discutir horas y horas con cientos de argumentos a favor y en contra. Que empieza a cansar eso de echarle la culpa a la guinda cuando no tienes ni el bizcocho para preparar el pastel. Pragmatismo, sin dobles juegos ni falsedad.

Bonito Martes para todos.