miércoles, 17 de diciembre de 2014

Warner vs Disney

Mientras preparo una sorpresa para el blog en forma de entrada sobre todo el tema de las descargas y webs con enlaces, y aprovechando que hoy no trabajo y que no sé cuando volveré a tener tiempo para escribr, os dejo esta otra que llevaba tiempo en construcción. Sé que un tanto por ciento alto de la gente que me lee está bastante interesada en el mundo del cómic y el cine, pero la mayoría tienen más conocimientos que yo en el tema. Así que, por primera vez y sin que sirva de precedente, voy a hablar de algo de lo que sé. La publicidad. Y en este caso, la gestión de marketing entre los dos grandes colosos modernos del noveno y séptimo arte. Dc vs Marvel, o lo que es lo mismo, Warner vs Disney.

Para todo aquel que lo vea desde fuera, la diferencia entre las compañías se reducirá en el mejor de los casos a personajes, historias y derechos audiovisuales. Y digo en el mejor de los casos, porque estar al tanto de este tipo de cuestiones aún hoy en día parece realmente complicado. Seguro que más de una vez os ha pasado, que como amigo friki os toca explicar que Superman no puede aparecer en el mismo cómic ni película que el Capitán América, pero que este si conoce a los X-Men... pero entonces recuerdas esos crossovers entre compañías, los derechos audiovisuales que Marvel perdió por el camino...y entonces las cosas se lían. Si eres ajeno a todo esto, entonces simplemente percibirás la diferencia. Verás que existe un cambio de tono entre las historias de Batman o Arrow y las de Spider-Man o los Guardianes de la Galaxia.

Como amigo friki que soy vuestro, me veo en la obligación de situar a los perdidos, y de hacer repasar a los expertos. Marvel y Dc son dos empresas de cómics que, pese a que tenían nombres distintos a los actuales, nacen en la década de los años 30. Entre las historias y personajes que crean, nacen los denominados "superhoéroes". Hombres y mujeres con habilidades extraordinarias que se dedican a defender el mundo de otras amenazas mayores ((a veces incluso de ellos mismos)). Marvel tiene a Spider-Man, el Capitán América, Thor, Iron Man o los X-Men ((por poner algunos ejemplos)) mientras que DC presenta a Superman, Batman, Arrow o Flash entre sus filas. Obviamente, los personajes de cada compañía no tardan en conocerse entre ellos, algunos incluso nacen de las series de otros, y ya entonces comienza a verse las diferencias entre ambas empresas.

Avanzando muchos años en la historia, casi en nuestro pasado más reciente, DC se convierte en subsidiaria de Warner y Disney compra Marvel ((las dos multinacionales más potentes de entretenimiento)), es entonces cuando esta diferencia se hace todavía más grande. Para vender un producto debes tener el único o el mejor, así que ambas compañías luchan por la victoria desde hace años. Llevándolo al fútbol, podríamos decir que es el Madrid-Barça no solo en los enfrentamientos entre ambas, si no en las rivalidades entre sus más fieles seguidores. Ser de DC implica aborrecer y descalificar cualquier producto que venga de Marvel, y al revés más de lo mismo. Por suerte, mi opinión, y la de mucha otra gente es neutral. Tan sólo somos consumidores deseosos de tener buenos productos delante, pero obviamente, percibimos la diferencia. Esa diferencia que como comentaba más arriba, nota incluso el menos ducho en el tema.

DC es así como esa chica buenorra del instituto que lleva chaquetas de cuero, que escucha música rock y va a garitos alternativos. Esa chica que lleva en su mochila un libro de Nathaniel Hawthorne, que escribe frases con letras góticas en las esquinas de los pupitres de las mesas, que no lleva colonia pero va dejando su olor por donde pasa. Marvel es la otra maciza de clase, que lleva beisboleras de universidades que no conoce, que le gusta versionar con la guitarra canciones de One Direction y organiza fiestas para sus amigas de clase.  Desprende ese pestazo a vainilla que tanto te gusta y lleva un libro de Julio Verne impresionando al personal. Que decora su agenda con estrellitas y corazones en los márgenes de las hojas. La chica buenorra de pelo negro que te has imaginado, y la rubia tonta de minifalda que tenías en mente se llevan mal entre ellas, pero no saben que ambas se parecen más de lo que las gustaría. La primera acabó saliendo con el capitán del equipo de rugby, y la segunda se pone discos de Bob Dylan por las noches antes de irse a dormir.

Una vez situados, y dejando ya la metáfora a un lado, la gran diferencia es la forma que tiene cada una de venderse. Mientras que DC, es decir, Warner intenta apostar por convencer a un público más adulto e intenta defender la parte por encima del todo, Disney se tira a la piscina con una de las mejores campañas de entretenimiento que he visto hasta la fecha. Las respuestas de esta última son exquisitas casi siempre, si un trailer se filtra hoy a las 9, antes de las 12 lo tendrán subido en alta definición. Si creen que algo ha gustado, te lo venderán en forma de camiseta, carátula y guiño en próximas entregas. Si se han cargado a un personaje que te caía simpático...tranquilo, porque le harán una serie para él solito. Eso por no hablar de la unidad y homogeneidad que desprende a pesar de haber perdido los derechos cinematográficos de algunos de sus personajes más carismáticos ((Spider-Man, los X-Men o los 4 Fantásticos)). Mientras tanto Warner no se sabe conocedora de sus límites, creen poder igualar no una, si no decenas de veces la calidad a la que llegaron con la trilogía de Nolan o ese soplo de aire fresco que fue Watchmen. Creen que no es importante la continuidad, la familiaridad de ciertos personajes o la empatía que pueda llegar a sentirse con algunos actores. Warner está convencida de que ellos tienen la sartén por el mango.

Y en el medio de todo esto estamos nosotros, y en este caso, estoy yo, que veo con cierta pena como Warner no quiere aprender de las virtudes de Disney y como Disney no quiere madurar con las virtudes de Warner. Como ciertas historias quedarán en el limbo de quienes esperamos más. Mientras tanto, los fan-boys de unas y otras compañías se lanzarán cuchillos. Unos defenderán que Stephen Amell y Grant Gustin no tienen la suficiente calidad como actores para ir a la gran pantalla mientras defienden que Henry Cavill como Superman tiene sus cosas buenas. Los otros, verán en el capi de Chris Evans un personaje maduro a la altura de lo que alguna vez leímos en un cómic mientras piden a gritos un Daredevil del que sentirse orgullosos.

Es curioso, porque la chica que ahora pone chaquetas de cuero al capitán del equipo de rugby y la que ahora es delegada de clase no se acuerdan que hace años, en la guardería, ambas se hicieron buenas amigas porque sus madres tomaban el café juntas al salir de clase. No recuerdan que cuando las cambiaron de colegio ambas se apoyaron en momentos difíciles y...quien sabe, tal vez en un futuro tengan que volver a hacerlo...

Disney comprando DC? Vengadores vs JLA? Yo, desde luego, no descarto nada.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Una buena ración de mierda.

"Hola, me llamo ...... tengo ..... años y consumo mierda." Esto es lo que algunos quieren que digamos como si del principio de una penitencia se tratase. Y yo soy de aquellos a los que no le importa reconocerlo. Por eso estoy hoy aquí, no solo para asumirlo, si no también para defenderlo. Señoras, señores, yo consumo mierda.

Cuando me refiero a "mierda", cada uno habrá pensado en algo en concreto ((espero que nadie en el sentido literal del término)) pero es esta discrepancia la primera parte del problema. ¿Qué es mierda y qué no es mierda? A mi me han acusado de comerla montones de veces, desde ver Gran Hermano o Sálvame, pasando por escuchar reggaeton hasta por disfrutar de A todo Gas o reírme con 8 apellidos vascos. Podría concluir que, la gente denomina "mierda" a todo aquello que no le gusta. Pero no estoy de acuerdo, puesto que yo reconozco que veo y escucho mierda y por tanto, me gusta. Para mí, y creo que para muchos sin darnos cuenta, la mierda es aquel producto que busca entretenerte o evadirte sin que haya un trabajo trascendental o cuidado en ello. El entretenimiento no es mierda, o tal vez debería decir, que no todo el entretenimiento lo es.

Siempre he tenido la certeza de que todos en mayor o menor medida tenemos algún tipo de gusto del que de algún modo nos avergonzamos, supongo que el término que protagoniza hoy la entrada es el que define ese reparo en reconocerlo. Algunos no, claro, pero la entrada dedicada a la élite cultural y demás fumadores de pipa ya la hice, así que esta vez pretendo que me lea solo aquel que sea sincero consigo mismo. No sabemos porqué, pero siempre hay algo que nos engancha pero que cuando llevamos un rato nos hace preguntarnos "qué coño hago yo viendo esto" o "leyendo esto" o "escuchando esto" o, incluso "comiendo esto". Porque vale, es posible que tú solo veas películas de los Cohen, sólo veas la tele para ver Los Simpson y sólo leas a Kafka mientras en tu minicadena suena Wagner o Black Sabbath. Vale, pero cuando vienes de resaca, de estar en un garito de mierda donde te dan mierda de garrafón, te pasas por el McDonalds para comerte una hamburguesa de mierda de un euro. Y tú, que creías ser único en tu especie acabas de traicionar tus principios. Y no, no me vale eso de "es que es lo más barato". Lo más barato es hacerte algo de comer en tu casa, pero ese restaurante de comida rápida te da lo que quieres, sin hacerte pensar ni esforzarte en identificar sabores. Bienvenido al club.

Yo reconozco consumir mierda en todas sus expresiones, desde pestilentes programas de televisión hasta partidos amañados, pasando por películas predecibles y mal hechas.¿ La banda sonora que nos acompaña todos los veranos?...esa, esa también la bailo yo. Y no me parece mal, porque, si algo nos gusta siempre he creído que es por un motivo y no debo arrepentirme ni avergonzarme de algo que me gusta. El problema, y aquí es donde radica el asunto, es que la gente "sólo consuma mierda". Es decir, no está mal ver Gran Hermano y Mujeres y Hombres y viceversa, el problema es sólo ver eso. Como no está mal ((tema político y de esclavitud aparte)) comprar ropa de mierda que ponerte y comer mierda de vez en cuando.

Estoy cansado de la supuesta superioridad moral que sienten algunos por no ver determinados programas o estilos de música con mala fama. Además, la mayoría de ellos después son una banda de catetos que lo hacen por el simple hecho de sentirse, por una vez en su vida, mejores intelectualmente que alguien. Gente que te dice que esto es una mierda y al instante siguiente te manda ((con faltas de ortografía)) un flyer de una discoteca donde todo el mundo se viste y se peina igual. Antes de dar lecciones observaros un poco a vosotros mismos. Yo seguiré consumiendo mierda, pero además también consumiré cultura. Leeré, escribiré, defenderé el cine de autor ((el que no se olvide del espectador, claro)), valoraré los guisos de mi madre y la ropa a medida que hace mi padre. Recuerdo al gran Javier Cansado decir "me gusta Woody Allen, no sólo porque te ríes si no porque te hace sentirte inteligente mientras lo haces". Siempre defenderé esa magia, siempre defenderé la calidad. Ponerme una canción de Daddy Yankee no me hará dejar de escuchar a Calamaro o The Beatles, seguir las actuales etapas de Marvel o DC no me hará olvidarme de Miller o Moore, o ver el arte de Juan Francisco Casas no hará que deje de valorar a Dalí... Aunque, ahora que lo pienso, he leído más veces que este último era una mierda que críticas al primero...vaya...curioso. Cuanta opinión de mierda hay por ahí.

Feliz semana.

martes, 2 de diciembre de 2014

La ley de facebook

El hilo conductor hasta el momento de este blog, es la opinión. Mía, en este caso, hacia muy diversos temas. Pero siempre he mantenido, y espero mantener, un vocabulario que cualquiera pueda entender. Esa ha sido siempre mi prioridad. Me he pensado bastante escribir o no esta entrada, ya que me consta, muchas webs han abordado el tema con mucho más rigor del que yo pueda hacerlo. Pero finalmente me he decidido porque creo, nunca está de más informar a la gente . Ya sean 3 o 100 los que lean esta entrada, espero que todos al acabar tengan clara la postura de facebook y su política de privacidad que tantos mitos y leyendas hacen circular por la red.

Durante algunas semanas y de forma esporádica me encontré con una de esas cadenas en las que los usuarios de facebook hacían una declaración sobre sus derechos  y disconformidad respecto a la política de privacidad que la red social iba a modificar en las próximas fechas. No le presté demasiada atención, debido a mi profesión y actividad en este tipo de páginas ((donde subo dibujos, logos y artículos de opinión)) estoy bastante informado respecto a este tipo de cuestiones legales. Conozco el cambio que se prevee para principios de año donde el usuario de facebook ya no podrá votar en la toma de decisiones políticas de la empresa. Algo que no se echará de menos, ya que ni el 0'05% de gente votaba y muy pocos más sabían que podía hacerse ((a pesar de que la red social lo anunciaba periódicamente, sí, esa notificación que das como leída sin haberlo hecho)). Cuando empiezo a dar importancia al asunto, es cuando uno de mis amigos en Facebook conocido por esos lares como Fer Benítez, abogado de profesión y especializado en nuevas tecnologías ((y que espero convencer algún día para que hable de lo que quiera aquí)) publica la cadena en su muro. Lógicamente, le pregunto al respecto ya que no me fío ni de mi sombra y quien sabe, si ha habido algún cambio del que no me han informado y yo también deba hacerlo por temas de seguridad. Me responde que la única función es informativa, y minutos después me enlaza a una página donde se aclara el asunto.

No había caído, la verdad, en que este tipo de cadenas metemiedo pueden funcionar muy bien para poner pies en polvorosa a algunos, ((la inmensísima mayoría)) que no solo no han leído, ni han echado un pequeño vistazo al respecto sobre la ley de política y privacidad de las redes sociales, si no que no tienen ninguna intención de hacerlo pero que difundiran "el por si acaso" como la pólvora. Es por ello que me decido a escribir esta entrada, para quitar el miedo a unos o metérselo en el cuerpo a otros, en cualquier caso, para informar. Intentaré explicarme con la mejor claridad posible ((los temas legales son realmente complejos, y de hecho lo son para que nadie entienda nada)). Todo contenido publicado en facebook, es de libre autoría. Es decir, concedes "una licencia no exclusiva, transferible, con derechos de sublicencia, libre de derechos de autor, aplicable globalmente, para utilizar cualquier contenido que publiques en facebook o en conexión con facebook" . En otras palabras, pueden hacer lo que quieran con ello siempre y cuando no salga de la red social y sus alrededores. Esto permite por ejemplo, que puedas registrarte a través de esta red social a otras como Spotify o diversos portales de empleo y ocio. En cualquier caso, podéis pedirle a la compañía qué datos tienen de vosotros, y desaparecer del mapa eliminando vuestra cuenta.

Ya que estoy, os aviso que todo el mundo, si quiere, puede acceder a vuestros datos y fotos. Sí, os están vigilando, pero tranquilos, eso llevan haciéndolo desde siempre. Tener un perfil en las redes sociales es una opción. Expones tu vida, pero eso es algo que ya sabéis, lo que no sabéis es que mucha más gente de la que creéis dispone de esa información pero como digo, la tendrían de todas formas. Si me registro con nombre y apellidos en todo es porque no tengo nada que esconder, y porque aunque quisiera hacerlo, no podría de todas formas. 

La reflexión debe hacerla cada uno. La mía viene a confirmar algo que sospechaba, la gente no ve la ley hasta que no le hacen la trampa, y en este caso, meterle miedo es bastante efectivo. Puede molestar ver ese tipo de bulos circulando por la red a los que sí intentamos informarnos, pero somos un tanto por ciento muy pequeño y a cuanta más gente llegue el mensaje mejor. Debemos tomar conciencia de que en internet también hay contratos, y que al registrarnos en una página los estamos firmando. La legalidad de estos ya es otro tema, y no estoy a la altura para debatirlos como se merece. La tecnología ha avanzado a una velocidad muy superior a la que lo hacen las leyes y la burocracia, así que en muchas ocasiones estamos ante un limbo legal, o medidas prohibitivas preventivas bastante dañinas bajo mi punto de vista. Pero insisto, ese es otro tema. Existen páginas especializadas para aclarar ciertas leyendas urbanas y errores comunes como este, cuando encuentre una en castellano que valga la pena, no dudaré en compartirla con vosotros. 

Por último, me gustaría volver a un tema al que he pasado un poco de puntillas: en facebook, donde hay mil millones de personas que podían votar, no lo hacía ni el 0,1%. Denle vueltas al tema. Saludos, y feliz Martes.