domingo, 12 de julio de 2015

La confianza de que será algo eterno.

El otro día divagaba con un amigo sobre los genios. Concluimos que, aunque existan, sólo pueden serlos una vez muertos. Javier Krahe ya es un genio.
Le conocí como sólo puedes conocer a un genio, en un viejo casette que guardaba mi padre entre su extensa colección de música. Probablemente el nuestro fuera un idilio condenado a producirse, y como sólo puede suceder con el amor el nuestro fue a primera vista. A primera oída en este caso.
No sé si sería la berborrea, el gracejo o la ironía, pero Javier me ganó, como a la mayoría, en la Mandrágora. Con la única diferencia de que yo llegaba con 20 años de retraso. Porque no tarde, nunca es tarde para descubrir aquello.
Como cualquier poeta o mago de la palabra, que eso era en definitiva Krahe, era un libro que jamás se termina de leer. Que te sorprendía a cada página que descubrías. Más tarde y de rebote, escucharía su mítico "dónde se habrá metido esta mujer" con risas de uno de mis tíos de fondo. Curiosamente, varios años después su hijo, mi primo, me pasaría un CD recopilatorio con varios géneros cuya primera canción no era ni más ni menos que "Don Andrés Octogenario". Lo dicho, condenados a entendernos.
Krahe no sólo es y será un genio,también fue una gran persona. No hacía falta conocerle tú a tú para saber que bajo esa ala de loco cuerdo, bajo la pluma de sátiro, bajo el mordaz humo de sus cigarros se escondía un hombre sabio, bondadoso y profundamente empático. Decía Sabina que era un genio que no nos merecíamos. Yo añado, que nunca comprendimos. Un hombre adelantado a su tiempo que también es el nuestro. Un mal cantante y un peor guitarrista que se ganó la vida trovando como sólo los genios saben.
Curiosamente, nuestro idilio iba a culminarse hace poco más de dos meses. Mi padre y yo sopesábamos la idea de ir a uno de sus conciertos. De esos que no valían más de lo que la gente tiene, como él mismo decía y se preocupaba. Al final optamos por ir a ver a Faemino y Cansado pensando que era más probable que esos dos se cansasen de actuar a que Krahe muriese. Nos equivocamos. Él que jugó y habló tantas veces con y de ello. Él que le escribió una oda a la hoguera. Él que señaló con el dedo a los hombres blancos con lengua de serpiente. Él que defendió la libertad, la individualidad del ser,  el gozo y disfrute de la cultura, de la vida. Él que lo cuestionaba todo, que se enfadaba y reconciliana con Dios. Él que nos daba lecciones sin darse cuenta. Él nos deja cuando más le necesitábamos. Krahe muere, pero nace el genio. Porque los genios no mueren. Los genios nacen.

Quien sabe, tal vez desde algún rincón de Zahara de los Atunes, Javier nos dejase con un disco rayado de Brasans sonando de fondo mientras sostenía un cigarro y una copa con cada mano. Con "la muerte abrazándole de algún modo especial...lo que tampoco es paja"


lunes, 15 de junio de 2015

Varas de medir.

Todavía no había sido investida Manuela Carmena y algunos ya te lanzaban aquello de "a ver qué hacen ahora los tuyos" o "estarás contento que habéis ganado". Como he dicho siempre, no pertenezco a ningún partido político. Es más, me han ofrecido formar parte de uno mediante un proyecto y ni siquiera me he planteado la respuesta. Era un NO rotundo. Aunque por supuesto, tampoco he ocultado nunca mis preferencias ni mi voto. Yo voté a Ahora Madrid el pasado 24 de Mayo. Votar no es más que una opción política, no es un contrato de por vida que me obligue a defender a este u otro partido político. Así que "ni son los míos" ni "estoy contento de la victoria". Más bien, estoy bastante contento por la derrota de otros.

Sinceramente, estaba expectante, contento e ilusionado por la posible gestión que hiciera Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid. En mis 23 años como ciudadano madrileño no he conocido otra gestión que la del PP, cuyos resultados han sido a todas luces catastróficos para esta ciudad. Comprended entonces, que había cierta ansiedad por saber las primeras medidas y posturas que tomaría el gobierno entrante. Así pues, las primeras horas fueron sensacionales y esperanzadoras. Manuela quería romper con el trato de "excelentísimo" y la forma en la que hasta ahora se tomaban decisiones para la ciudad. Además, no dudó en señalar con el dedo a quienes no le habían dado los datos necesarios para tener un plan más concreto en puntos de tanta relevancia como los desahucios o la malnutrición infantil. Que no fueron otros claro, que el gobierno saliente. En Telemadrid, hasta ahora coto de caza de Esperanza Aguirre, estaban entre condescendientes y temerosos. Me preguntaba si quedaría alguno de toda esa bandada de manipuladores y pelotas dentro de uno o dos meses. Todo parecía marchar como debía.

Pero, tirando de refranero español, poco duraría la alegría en la casa del pobre. Casi no habían ni pasado 24 horas y la máquina anti-revolucionaria ya había comenzado a funcionar. Se filtraban, como ya todos sabréis, unos tweets del futuro responsable de Cultura de Ahora Madrid, Guillermo Zapata. En ellos, hacía varios chistes de humor negro sobre judíos, víctimas de ETA o Marta del Castillo. Me lo tomé bien, imaginé que sería TT un par de días y que la derecha más rancia y asustada iría a machete a por él hasta que otro argumento mejor se pusiera de moda. Comenzaba en este marco, la lamentable entrevista de Manuela Carmena con Ana Pastor. O debería decir más bien, la lamentable entrevista de Ana Pastor a Manuela Carmena. Tenía delante a la futura alcaldesa de Madrid y media entrevista la pasó preguntando ((bueno, preguntando, más bien interrogando)) sobre la polémica suscitada con los tweets. La otra media no fue mejor, en base a especulaciones ((al parecer la "periodista" tenía más claras las cuentas del Ayuntamiento que la propia alcaldesa)) la decía todo lo que no iba a poder cumplir de su programa. Ah, y para rematar, un poco de independencia de Catalunya. Que si caes en un charco igual viene hasta bien. ¿Verdad Anita?

La sensación que tuve finalmente, es que Manuela no pintaba nada allí, y que la estaba bien merecido por ir a un programa de televisión sin tener nada que contar con el paupérrimo nivel periodística que reina en nuestro país. Pero tranquilos, porque quedaba lo mejor. La polémica de Zapata ((y no hablo de Emiliano, ese nunca fue TT para nuestra desgracia)) era imparable. No sólo los rancios y reventados habían atacado ferozmente al pobre Guillermo ((que no tardó en pedir perdón si alguien se había sentido ofendido)) si no que la izquierda de este país, una vez más, demostró porqué no valemos ni para tomar por culo. Los mismos que defendían la libertad de expresión con la operación araña, los mismos que defendían el humor irrelevante de las portadas del jueves, los mismos que defendían el humor negro de algunos tweets sobre la muerte de Carrero Blanco, esos mismos tildaban de lamentable la actitud de Zapata. Decidieron pues, en cuestión de horas, donde había que poner el límite al humor.

Y vayamos por partes. En primer lugar, afiliados y afines al PP ((partido de herencia franquista y que nunca ha condenado las muertes ni la represión, y han votado en contra de leyes que dignificaban a los repúblicanos caídos y a favor de la permanencia de símbolos del régimen)) se echaba las manos a la cabeza. Incluso amenazaban con llevar el caso a Europa. Ellos que desahucian gente, que no dejan dormir a los mendigos en las calles, que multan por rebuscar en la basura, que deciden sobre el cuerpo de otras mujeres, que apoyan y venden armas a gobiernos genocidas. Ellos que, en su mayoría se les ha visto rodeados de banderas anticonstitucionales y maltratan con sus leyes al diferente, ellos hoy se llevaban las manos a la cabeza. Pero sigamos, porque ahora la comunidad judía de Madrid se ha sentido ofendida. Comunidad que  por suerte no conozco a fondo como sí lo hago con la católica, pero de la que voy a comentaros algo al respecto. Un buen amigo ha estudiado durante años en un colegio donde la mayoría eran judíos ((por circunstancias que no vienen al caso)) . Esta tarde me decía lo siguiente "la comunidad Judía de Madrid se ha ofendido por el tema de los tweets, esa misma comunidad judía de Madrid que posa quemando banderas de Palestina y te dicen tan tranquilamente que hay que exterminarles. Esa misma Comunidad Judía de Madrid que me llamó nazi cuando me negué a firmarles para liberar a un soldado israelí que participaba en la masacre a Palestina". Obviamente, no digo ni decimos que la Comunidad Judía oficialmente haga todo esto, simplemente muestro otro pequeño ejemplo de la doble vara de medir que se tiene con este tema. Porque os aseguro que este ejemplo no es inventado ni mucho menos aislado.

No creo que deba daros ahora una charla sobre porqué el humor no debe tener límites, pero sí que me gustaría plantearos mi punto de vista. Sé chistes de humor negro, hago chistes de humor negro y me he reído con chistes de humor negro. Ni cuando los hago ni cuando me río estoy pensando en lo macabro o doloroso que pueda ser para la víctima, porque no me estoy riendo de su situación, si no del posible juego de palabras o términos que se asocian con ingenio. De esa forma, puedo movilizarme en contra de la xenofobia y el fascismo ((como sabéis que lo he hecho)) y preguntaros qué es un negro en una fiesta de neonazis. Y que obviamente todos me respondáis que la piñata. Hace unos meses todos eramos Charlie, todos alzábamos la bandera del humor por encima de cualquier pero. Sin embargo hoy, Guillermo Zapata ha dimitido por unos chistes twitteados antes de ser una figura pública y política. Manuela Carmena ha aceptado la dimisión por una presión popular. Ha perdido el envite y la máquina no va a parar. Ya están pidiendo incluso la dimisión de la sustituta en el área de Cultura. No van a perder el hambre hasta llevárselo todo.

Manuela Carmena no ha estado a la altura, y la decepción para muchos de nosotros ha sido absoluta. Y a diferencia de otros, que defienden a su partido como si les pagasen por ello ((conste en acta que tengo la certeza de que a algunos sólo les quitan dinero, si no seguiría sospechando que les llegan sobres con dinero todos los meses)) hoy muchos de nosotros la criticamos y ponemos en la palestra. No pido su dimisión, ni me movilizaría por ella, dado que "en el país de los ciegos, el tuerto es el rey"...O al menos de momento. Así no Manuela. Así no.


Ah, perdón a los ciegos y tuertos que hayan podido sentirse ofendidos por este último refrán. Aunque...un momento, los ciegos no podrán ver mis disculpas. ¿No?.


Feliz semana.



domingo, 17 de mayo de 2015

Fomentar la venganza.

En clase de ética nos pusieron “La Milla Verde”. Una película de esas que te marcan para siempre, que cuestionan tu existencia, que te taladran el cerebro con preguntas. Tras disfrutarla, la profesora dividió la clase en dos grupos, unos debían estar en contra de la pena de muerte y otros a favor. Me tocó en este último. Supongo que influenciado por mi entorno familiar, por aquel entonces tenía una ideología de izquierdas y pacifista. Tenía grabado como un axioma que la pena de muerte era algo injusto y terrible, así que supuse que me sería realmente complicado defender una postura con la que no estaba de acuerdo. Tras esos 40 minutos de charla, mi opinión cambió totalmente. Me puse tanto en la piel de la víctima que terminé por convencerme. Mi profesora concluyó el debate con la siguiente frase: “al ser creyente, yo creo que Dios es el único que puede quitar una vida”. Supongo que esto no ayudó. Con 16 años yo estaba a favor de la pena de muerte. Con orgullo.

Meses después, recuerdo una conversación con mi padre. Él me dejaba caer que las cárceles no deberían existir. A mi me pareció una locura implanteable. ¿Dónde íbamos a meter a los asesinos, pederastas, terroristas y ladrones? ¿Cómo ibamos a darles justicia a sus víctimas? ¿Cómo ibamos a apagar el dolor de quien ha perdido a su mujer, su hijo o su madre? Los delincuentes en la cárcel y cuantos más años mejor. Eso pensaba yo por aquel entonces, supongo que con orgullo.

Tuvieron que pasar muchos años para que esa idea mía sobre la justicia volviese a tomar un rumbo distinto. No recuerdo exactamente cuando sucedió pero imagino que leyendo algo sobre el proceso que siguen países como los Estados Unidos. Lo cierto es que acabar con la vida de alguien volvió a parecerme atroz. ¿Dónde quedaba entonces la reinserción? Si el ser humano deja de confiar en los de su especie, ¿dónde está el límite?. ¿Para qué sirven entonces las cárceles?. No fue hasta este año donde terminé de convencerme de que no era la sentencia el punto a cambiar, lo era todo el sistema ético. Todo el tratamiento que se le da a un delincuente. Esta vez sí me acuerdo, y también me pilló leyendo. Un libro titulado “Un Resquicio Para Levantarse”. Su autor era Javier Ávila Navas. Más conocido por su nombre de guerra , “el niño”. Preso la mayor parte de su vida y uno de los fundadores del A.P.R.E. ((Asociación de Presos en Régimen Especial)). Una historia que merece la pena ser escuchada. En él, narra la vulenarción continuada de los derechos humanos en las cárceles españolas. Pero la reflexión final que saqué de allí fue la siguiente: la cárcel sólo te hace peor persona. Mirandolo desde un punto de vista frío, es normal que un delincuente empeore rodeado de más delincuentes. Como si la privacidad de la libertad fuera a convertirles de golpe en ciudadanos modelo. Castigamos y amedrentamos. Así es como educamos. No hagas esto porque “pueden meterte en la cárcel” en lugar de, no hagas esto porque “no está bien”. Comenté con diversas personas mis conclusiones y estaba convencido de que podían entenderme. Mi sorpresa fue que la gran mayoría buscaba venganza. Con orgullo.

Esta misma semana veía el programa de Salvados sobre un expreso de ETA. Un terrorista que asesinó a sangre fría a varias personas. Su testimonio era escalofriante. Ví en él a una persona sin alma ni corazón, apenado y avergonzado por su propia situación, por ser incapaz de sentir. Se esperaría que finjiese, que mostrase empatía. Pero fue sincero, sin decirlo, al menos a mí, me transmitió que le era imposible. Contaba, casi con la inocencia de un crío, la forma en la que cometió el mayor error de su vida. Entrar a formar parte de una organización absurda, movida y promovida por el más ridículo de los odios. El odio al diferente. Con tristeza y buen sabor de boca por lo importante y clarificador del contenido, volví a asomarme por el mundo buscando opiniones similares a la mía. Encontré pocas. Lo que más abundaba era odio. Un odio disfrazado de justicia, de empatía. Me cuestioné incluso si yo era demasiado frío por pensar de otra forma. Pero esta vez defendí de nuevo mi postura, con orgullo.

Hoy mismo leía la respuesta al reportaje de la hija de una de las víctimas de este señor. Era estremecedor. Y además, esa horrible sensación de no poder juzgarla. ¿Quién era yo para juzgar el dolor de alguien que perdió a sus padres con tan sólo 18 años? Pero el caso es que, tras conmoverme, después me molestó. Supongo que porque su testimonio, en parte me llevaba la contraria y daba la razón a todos aquellos que ven en las cárceles y sus castigos una coherencia que yo a día de hoy sigo sin encontrar. Tal vez me falte empatía. Conocimientos o experiencia, pero no le veo sentido a lo que esta chica, y otros como ella expresaban. Hasta que me di cuenta de un detalle. No estábamos tan lejos de entendernos. A ella, le marchitaba el dolor de ver como el asesino de sus padres estaba lucrándose en la televisión y había empezado una nueva vida mientras ella tenía que visitar un par de tumbas. Contaba Silvia, que así se llama la chica, que le preguntaron tras la muerte de sus padres si pedía la pena de muerte para el asesino. Ella contestó que prefería que se pudriera en la cárcel. Si os soy sincero, creo que yo en su lugar no hubiera sido tan condescendiente. ¿Qué buscaba la prensa con esa pregunta a una cría rota de dolor?. ¿Qué han buscado los poderes y medios de comunicación todo este tiempo con este asunto? Yo lo tengo claro, fomentar el odio. Sin embargo, Silvia, a pesar de no desearle el mal, daba una sensación de la que me sentí partícipe, la falta de justicia. No sé si, condenándole a cadena perpetua ella hubiera estado ahora con una sensación distinta, pero en cualquier caso su intención y la mía, y creo que la de todos es la misma. Justicia. Con orgullo.


¿Y es justo encerrar a un ladrón y pagarle su comida y estancia en la cárcel? Ahí creo que casi todos tenemos clara la respuesta, no hay debate. No se está haciendo bien. Si roba que lo devuelva pero que encima no nos salga más caro. Pero, ¿es justo encerrar a un asesino en la cárcel? ¿a un terrorista?. Esto sólo me lleva a la siguiente reflexión, ¿es que acaso un asesino no es más que un enfermo muy peligroso para los demás? Yo creo que no. No puedo entrar en profundidad a debatir cuestiones psicológicas, no soy un experto, pero en mi mente no concibo una persona que mate a otro sin que tenga una tara en la cabeza. Y sinceramente, no se me ocurre una forma peor que encerrándole en una cárcel. No es de extrañar entonces, el porcentaje tan bajo de reinserción que hay a nivel mundial. ¿Por qué no cambiarlo? Supongo que el reportaje y su repercusión me dieron la respuesta. Nos han educado y fomentado en el odio hacia ciertos delitos, y congelado los sentimientos con algunos otros. De esta forma, nos hierve la sangre viendo la tele a un etarra pidiendo perdón pero no ver a Obama disfrutando de un cuenco de palomitas mientras ve la Super Bowl. Es precisamente ETA, el mayor exponente en estos temas dentro de nuestro país. El mismo odio irracional que inundaba esa organización baña ahora a un montón de gente que critica fusilamientos en Corea del Norte. La que no quiere hacerse preguntas con las que yo me he bombardeado en este último párrafo. Porque duele, también a mí, plantearse si la venganza a un asesino es la mejor manera de hacer de la sociedad un mundo mejor. Un mundo del que estar un poco más orgullosos.  

lunes, 11 de mayo de 2015

El escondite.

Hoy he recuperado un relato romántico que escribí hace bastante tiempo. Prometo actualizar esto más. Os dejo con él.

Ya desde pequeño me gustaba jugar a esconderme. No quería ganar y llegar a la guarida sin ser visto, sólo quería esconderme y esperar a que alguien me encontrase. Y ella me encontró. No de la forma que un niño encuentra a otro, si no de la forma que dos adolescentes se encuentran. Todas las mañanas la escondía una botella con un mensaje en alguna parte de la playa. Era divertido verla corretear de un lado a otro con la ilusión del que busca un tesoro. Podría parecer un juego infantil pero era nuestro juego. Unas veces la escribía estrofas de canciones, otras simplemente la última frase que me había dicho el día anterior. Ella siempre tuvo la costumbre de despedirse como una estrella de cine en su última escena, con media sonrisa y un suave guiño en su rostro. Sabías que habría segunda parte.
Como todos los amores de verano, yo la abandonaba rigurosamente contra mi voluntad cada septiembre, y volvía a buscarla cada julio. Normalmente todo había cambiado pero nos unía algo más fuerte, la facilidad con la que yo me perdía y ella me encontraba. Muchas de esas botellas no pudo desenterrarlas, yo me negaba a decirle donde estaban aunque, para ser sincero, ella nunca insistía. Siempre respetamos las reglas del juego. El día antes de marcharme escondía la botella más especial de todas, aquella que contenía el mensaje más importante, ese que debía recordar el resto del año. Aquella vez no fue distinto. Seguí mi ritual como cada día y nos marchamos de allí. ¿Conocéis esa sensación de vacío cuando dejas un sitio? Como si tuvieras en los pulmones tanta brisa de mar que a penas puedes coger un poco más de aire.
En mi vigésimo cumpleaños volví a la playa como cada julio. Y no me buscó. Hoy, diez años después he conseguido convencer a mi mujer de que ese lugar era el mejor sitio para pasar unas vacaciones. Con la excusa de ir a correr me he plantado solo frente a su casa. Ella no estaba allí. Volviendo por la orilla dando un paseo he visto a una chica rubia con una pala, como desenterrando algo. No era ella. Durante meses, incluso años, la mandé y la envié cartas pero no hubo respuesta. Supuse que habíamos roto las reglas, yo la estaba buscando y ella no quería que la encontraran.
Cuando estaba a punto de volver a casa, cabizbajo, unos brazos atraparon mi cintura. Era mi mujer. En ese momento recordé porqué la amaba. Porque un día, tal como hoy, ella me había encontrado cuando más perdido estaba.

FIN

domingo, 1 de febrero de 2015

Sobre el 31E y lo que eso conlleva

Ayer fue un día raro. Quiero decir, un grupo numeroso de personas se reunió en el centro de Sol y no les pegaron. Y no, ni eran votantes del PP ni tenían intención de comprar en la zona. Sin duda, un caso más digno de aparecer en Cuarto Milenio que en mi blog. El partido político "Podemos" había organizado una marcha por el cambio desde hacía meses. Parecería lógico que yo, que en este mismo blog pedí participación y ayuda para la creación de este grupo y que lo he defendido en las redes sociales, fuese sin pensármelo dos veces. Como algunos ya sabréis no fue así. Y no lo fue porque traicionaría buena parte de mis principios. ¿Quiere decir esto que he cambiado de opinión? Sí, y no. Es decir, si todo marcha como hasta ahora votaré las propuestas de Pablo Iglesias de la misma forma que le voté en sus primarias. Sí, yo he formado parte de la toma de decisiones del partido como aquel que tuviera un mínimo interés. Lo haré, porque hace tiempo decidí apoyar la revolución burguesa que propone la democracia. Ahora bien, mi opinión sobre las manifestaciones pacíficas y cómodas para el poder me siguen pareciendo absurdas. Es más, si no las prohíben, será por algo. Siempre he apoyado la manifestación y el movimiento popular, aunque haya participado poco ya que considero que mi manera de apoyar un cambio es otra, pero 24 horas después sigo sin entender la motivación. ¿Para qué una marcha por el cambio organizada por un partido político democrático? ¿No se supone que su vía para cambiar las cosas es la de las urnas? Parece claro por tanto, que el motivo no era otro que el de medir fuerzas, el de darse un baño de masas. Una estrategia de marketing.

Y no les culpo, ni a Podemos ni a las miles de personas que participaron. Es más, como dije ayer en un tweet "esas plazas están llenas de gente honrada. Mi apoyo". Tengo la sensación que fue importante para muchos, volvieron a sentirse identificados con un partido aún sintiéndose libres. No hubo sensación de rebaño. Pero para mí, a título personal lo que es más importante es que una nueva hornada de políticos se asienta. Para mí, nacido y criado en el gobierno de Jose María Aznar y crecido con el de Zapatero y Mariano Rajoy, este cambio, aunque sólo sea de aspecto, propone algo interesante, pese a que no sea mi modelo de gobierno ni de política ideal. Ha nacido un verdadero socialismo, un verdadero contrapunto a la ranciedad neo-liberal del bipartidismo. Izquierda Unida y PSOE ahora deben tomar posturas, aunque tal vez la tendencia sea la de su propia extinción.

Podría parecer que me "he bajado del carro". Y me gustaría decir que no, de hecho mis actos dicen eso precisamente, pero la realidad es que ya no comparto la postura de su líder y tampoco la de su partido. Entiendo que ya no pueda decirse que "España tiene que salir de la Unión Europea", "que somos comunistas",  que "castigar a los opresores es clemencia, perdonarlos, es barbarie" o que "defiendo el modelo democrático de venezuela". Lo entiendo. Entiendo que en este mundo capitalista y repleto de información bastarda e interesada asumir ciertas cosas es perder votos, pero entonces no puedo más que sentir cierto desapego. La izquierda, como siempre, seguirá dándose de hostias en este país, ayer ya cayeron algunas, entre los que como yo, tenemos ideas bastante opuestas a lo que proponen y los que ya se sienten parte de una familia. Al contrario que la mayoría, yo no tiraré piedras sobre ese tejado, que no es el mío pero que de alguna manera he ayudado a construir.

Antes, mucho antes de que todo esto pasara, algunos ya escuchábamos, veíamos y leíamos a Pablo Iglesias con placer y admiración. Y créanme, en algunos momentos sigo haciéndolo y sintiéndome identificado. Con ciertos gustos literarios, cinematográficos o musicales. Incluso con su discurso, su forma de expresarse y de venderse. Pero eso sí, no le debo devoción ni fidelidad a nadie. Me alegro de que muchos piensen que se puede, de que ondeen banderas que no sean la rojigualda, y de que la gente, aunque no sea por el fin más valiente salga a la calle. Yo de momento me limitaré a seguir observando, opinando y sobre todo participando. Porque como dirían LCDM "la izquierda en muchos momentos produce desidia".

Feliz semana.


lunes, 26 de enero de 2015

¿Se ha acabado ya el mundo?

Esa es la frase que algún griego ha debido pronunciar esta mañana nada más abrir un ojo. La política del miedo ha llevado a algunos a pensar precisamente eso, que el fin del mundo estaba cerca. Que una nueva Guerra Mundial estaba a punto de iniciarse y que, como mínimo, era el fin de Grecia. No sabemos si algo gordo estallará, lo que sabemos es que de momento pocos cambios han acontecido en lo económico, y una ola de positivismo ha inundado el pueblo griego. Por poco, Syriza no obtiene la mayoría absoluta, y las portadas hoy en buena parte del mundo son "ha vencido el populismo". Curioso cuanto menos, que los medios de comunicación se posicionen a un lado ((pese a que algunos tengan una actitud más extrema que otros)). Las pocas imágenes que nos llegan de allí, son las de un pueblo que vuelve a hablar de democracia, que habla de cambio, y que en su mayoría pide algo: "apoyo".

Precisamente este término, "el apoyo", era el argumento de moda cuando se creó la Unión Europea. El aliciente, el cebo, era el de "estabilidad y seguridad". Una unión de países dispuestos a hermanarse parecía, teóricamente, una buena idea para mejorar las situaciones políticas y económicas del viejo continente. Para muchos, tal vez la inmensa mayoría, palabras como "la troika" que no paran ni pararán de escucharse en la prensa son un absoluto misterio. Esto fomenta el miedo, el desconocimiento. Para ser claros, "la troika" son los que mandan. Y son precisamente ellos quienes ahora amenazan a Grecia con que las deudas deben saldarse. Algo que, en principio podría parecer lógico. Pero, ¿por qué los griegos piensan que no es justo?. Aquí está el meollo del asunto y lo que aprovecho para contaros hoy.

Con la creación de la UE se trazó una línea invisible entre los países del norte y los países del sur. Algo evidente si se mira con algo de perspectiva. Los procesos industriales de unos eran más avanzados y eficientes que los otros. Para que todo el mundo lo entienda: "mientras unos hacían tecnología de alta precisión otros arábamos huertos". No crean que esto fue casual, precisamente este fue el motivo por el que se creó este sistema de países unidos, porque era una ecuación eficaz para beneficiar a quienes la estaban creando. Los derechos de un país sobre otro para comerciar  aumentaban, y la explotación a la que se vieron sometidos países como Grecia, España, Portugal o Italia tiene el reflejo hasta nuestros días. Ya no nos pueden exprimir más. La actitud de Alemania y el resto de países del norte respecto a nosotros ha sido la de un dictador ante su pueblo. Y hoy Syriza, da el primer paso.

Resulta cuanto menos curioso, que para algunos la democracia renazca en el lugar donde nació. No es sorpresa para nadie, que desde hace tiempo reniego de ella. No la considero un sistema práctico, más bien idealista. No mientras el propio gobierno que te pide el voto, te de el bagaje cultural que te permitirá elegir. Sin embargo, es una alegría ver como se inicia un movimiento rotundamente lógico y necesario. Veremos si los llamados "países del hambre" seguimos el camino. Con esto no quiero decir que debamos romper la Unión Europea, pero como mínimo, ponerla en un brete y reclamar nuestra igualdad. Ya basta de utilizar nuestros recursos de la forma más barata posible, de regalar nuestra materia prima como si de una baratija se tratase. De doblegar nuestros derechos a los intereses de otros...Ya basta. Sorpresa para algunos será la alianza de Syriza con un partido de derechas, nacionalista y antieuropeo. Y la anécdota que no parará de colear, es que Tsipras no va a jurar la constitución ante la biblia, si no sobre la misma constitución. Respecto a lo primero, diré que para el que no sea un necio, la unión es comprensible. Si tu programa y el otro tienen puntos importantes en común, la alianza debe ir más allá que unas siglas. Sobre lo segundo, me ahorro el comentario.

En definitiva, y pensándolo mejor, tal vez lo más práctico sí sería salirse del Euro. Formar una nueva alianza con aquellos que lo estamos pasando mal. Tal vez de aquí a no mucho tiempo, un español abrirá un ojo al levantarse y se hará la misma pregunta: ¿se ha acabado ya el mundo? Pues de momento amigos, hoy todo sigue igual.

jueves, 15 de enero de 2015

LPI: Zona de carga y no descarga. Por Fernando Benítez

Parecía que se acababa el mundo. Cuando avisaron del cierre de series.ly, la gente comenzó a ser consciente del perjuicio que les traería esa noticia que no leyeron unos meses atrás. La nueva reforma de Ley de Propiedad Intelectual pretendía acabar con eso a lo que llaman piratería.  La psicosis, como con todo lo que realmente nos afecta y de lo que no nos hemos informado, creció a medida que el cierre se acercaba. Y una vez más, cuando eso se produjo, los usuarios navegamos en el limbo de la ignorancia. De no saber bien si estábamos cometiendo un delito, o simplemente había que "cambiar de camello".

Como el niño que va al dentista cuando le duelen las muelas, yo acudí a la persona de confianza que mejor podía asesorarme en el tema. Un abogado, y no un abogado cualquiera, uno especializado en nuevas tecnologías. Y como el niño que le curan los empastes, no sólo me llevé lo que quería, si no que además de premio me dio una piruleta en forma de artículo. Un fertástico artículo...quiero decir, un fantástico artículo que voy a compartir con vosotros. Aclarando un poco dónde estamos y a donde vamos. No me enrollo más, y os dejo con el gran Fernando Benítez Rodríguez.

La reforma de la Ley de Propiedad Intelectual: Zona de carga y no descarga
Fernando Benítez Rodríguez
Abogado especialista en Nuevas Tecnologías en DATAINLEGAL
Las Nuevas Tecnologías han potenciado un cambio en los hábitos de consumo de productos audiovisuales. Basta retroceder unos diez años para comprobar cómo hemos ido adquiriendo unas costumbres que, en su día, jamás pensaríamos que formarían parte de nuestro día a día.
Hoy en día, en plena era tecnológica, hemos dejado de ver los correos electrónicos en el ordenador para recibirlos en nuestros smartphones, así como ya no esperamos a ver nuestras películas y series favoritas en la televisión, si no que con un simple click, las podemos ver a la hora que nos apetezca y en el momento que nos sea mas cómodo.
La descarga de películas, series o libros es una costumbre ya arraigada en los usuarios de Internet y se ha creado una cultura del "todo gratis" que ha llevado al legislador español a tomar cartas en el asunto presentando un proyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que es ya una realidad y está vigente en nuestro país desde el 01 de Enero de 2015.
Esta reforma de la Ley de Propiedad Intelectual ( en adelante, LPI) ataca duramente a las denominadas páginas de enlaces con unas sanciones elevadas tanto desde el punto de vista del Derecho Penal (hasta 6 años de prisión) como desde el punto de vista económico ( multas cuyas cuantías pueden ascender hasta los 600.000 €).
Los usuarios han visto como han ido cerrando progresivamente las páginas de enlaces que solían visitar casi a diario para descargar los capítulos de sus series favoritas.
Ante este panorama, muchos usuarios se hacen la siguiente pregunta: ¿Que va a pasar a partir de ahora y que me puede suceder si descargo una película con la vigente Ley de Propiedad Intelectual ?.


En primer lugar, cabe destacar que descargar archivos con contenido considerado como ilegal ( al no ser los propietarios legítimos de los derechos de autor y no estar autorizados por estos para su difusión) tiene la consideración de ser una actividad alegal.
Ello se traduce en que el usuario final puede seguir descargando este tipo de archivos y no tendrá responsabilidad penal por el momento.
Las páginas de enlaces se sustentaban bajo la modalidad de descarga directa, es decir, pincho en un link que me lleva a otra página donde se encuentra almacenado el archivo y ya puedo descargarlo; pero muchos usuarios se cuestionan sobre la legalidad del uso de las redes P2P para descargar archivos tras el cierre de las citadas páginas de enlaces.
La forma de operar en las redes P2P es distinta a la descarga directa, en tanto en cuanto, los usuarios de redes P2P pueden ser a la vez los que suben los archivos y los que descargan los archivos y para los casos de los usuarios que suben los archivos (uploaders) si tienen responsabilidad penal al compartir contenido que vulnera derechos de autor.
Otra cuestión importante a resaltar de la reforma de la LPI es la responsabilidad que puede recaer sobre las empresas o servicios que colaboren con una página de enlaces, ya sea de forma directa ( servicios que provean el hosting a la página de enlaces) o indirecta ( empresas que insertan su publicidad en una página de enlaces para obtener mas visibilidad).
Los usuarios, molestos con la reforma de la LPI y el cierre de numerosas webs de enlaces, se preguntan cuál es la alternativa para poder seguir accediendo a los contenidos que venían consumiendo desde antes de que entrara en vigor la reforma de la LPI.
Existen algunas plataformas en España que permiten, previo pago de una cuota de suscripción, acceder a una multitud de contenidos audiovisuales pero la oferta de dichas plataformas no satisface la demanda de la mayoría de usuarios en la actualidad al no equipararse a lo que ofrecían las páginas de enlaces como era la gratuidad de los contenidos.
No obstante, cada vez más las cadenas de televisión optan por lanzar sus contenidos en las páginas webs una vez emitidos en televisión para que puedan ser disfrutados en cualquier momento, aunque algunos contenidos incluyen publicidad durante el visionado.
En conclusión, esta reforma supone un cambio para el que muchos usuarios no estaban preparados y que pretende ser una propuesta eficaz para acabar con la piratería de contenidos digitales en España.

Quizás en el futuro con la aparición de nuevos servicios Streaming veamos que los usuarios apuestan por las descargas legales y finalmente desaparecen las páginas de enlaces; no obstante, estaremos atentos para ver como se aplica esta reforma de la LPI y su efectividad real , pero no debemos olvidar que los destinatarios de estas nuevas medidas son los usuarios de Internet, tanto empresas como particulares, y no existe nada peor que un usuario insatisfecho.


Como habrán leído, la situación es más crítica de lo que algunos pensaban. La imparcialidad del artículo nos permite a cada uno, hacer la libre reflexión sobre lo que acontece. La mía, tal vez la exponga de forma más amplia en otra entrada, pero a modo de resumen mostraré 3 puntos que me parecen importantes. Lo primero, es que las obras de arte: la música, los cómics, el cine, las series de televisión, etc. no son un producto como si de unas gafas se tratase. No podemos legislarlas como tal, y de hecho, tanto es así, que esto sólo se hace cuando interesa. El contenido audiovisual nunca es mío, ya que no puedo hacer con él lo que quiera, cosa que sí sucede cuando compro cualquier otro objeto. Es que, ¿nunca una película deja de pertenecer a la empresa que puso el dinero para hacerla? ¿Hasta cuándo debemos pagar por ver "Titanic"? ¿Cuando multiplique por 300 la inversión que hicieron? No, tampoco. Nunca nos pertenecerá, en ese trato que hacemos cuando compramos o pagamos por ver o escuchar algo, simplemente lo alquilamos de una forma muy concreta, ¿cuántas veces se paga una película o una serie?. Lo segundo, es que no se pueden poner puertas al campo ((curiosa metáfora hoy en día)), pero sí se puede retrasar a la humanidad 20 años. Antes, y por suerte, aún ahora, podemos ver y oír cualquier cosa pagando una tarifa de línea ADSL y un ordenador. De seguir así, y si se cumple la ley a raja tabla, para hacer esto mismo, deberíamos contratar unas 3 o 4 plataformas de pago, de unos 15-20 euros cada una. Al mes. Y ni siquiera con ese desembolso, podríamos verlo todo cuando queremos. Tercero, y por último, me apoyo en una reflexión de Montesquieu que dice "una cosa no es justa por el hecho de ser ley, debe ser ley porque es justa". No pedimos, o al menos yo, no pido que no se pague por nada, digo que existen otras formas de financiación mucho más cómodas y económicas para el espectador. Muchas empresas que denuncian a webs por subir contenidos y poner publicidad, y por tanto, lucrase a su costa, no los utilizan. Pero eso sí, después pagan a una empresa para conseguir más visitas en su web ofreciendo, en el mejor de los casos, fotos exclusivas del rodaje y trailers promocionales. ¿Saben lo que llegaría a pagar un anunciante por poner un banner en la web donde se subirá Juego de Tronos al día siguiente de su emisión en EEUU? Público potencial le llaman. No dejen que les influencien desde el lenguaje, llamandonos "piratas" en el mejor de los casos. La ley debe acomodarse al pueblo, y no debe ser el pueblo el que se acomode a la ley. Tal vez eso que hacemos no es tan malo, tal vez no estemos robando a nadie. Tal vez, y sólo tal vez, nos roben a nosotros sin darnos cuenta.

Me despido, no sin antes agradecer una vez más a Fernando, al que espero poder volver a ver aquí alguna que otra vez. Descarguen mientras puedan.