La educación, o mejor dicho, la falta de educación es cada día más evidente. Hablo tanto del respeto a un igual como de la cultura. Antes el analfabetismo era en España un problema alarmante, ahora hay uno mucho peor, el analfabetismo funcional. En base a esta situación, y con ayuda de internet, el país parece haberse dividido, más bien, fraccionado, en ciertos sectores culturales. Unos, incapaces de juntar más de ocho letras. Otros, débiles ante el bombardeo informativo del que nos rodeamos. Y un último sector que se considera, así mismo, élite cultural. Estos últimos, divididos a su vez en aquellos que intentan enseñar, otros que intentan aleccionar, y un último grupo con la intención de discriminar. Preocupa que desde que soy niño, haya más gente intentando aleccionarme ((en la escuela, gimnasios, televisión)) que personas ocupadas en que aprenda, pero no es de lo que vengo a hablar hoy. Me molesta, me revienta, me repatea, las personas que desde su ordenador intentan humillar y discriminar a otros. Ellos marcan sus límites, y los de todos. Pueden reírse de la muerte de alguien cuyo máximo problema ha sido, por ejemplo, ser actor o futbolista, a la par que demonizan ciertos comportamientos al otro lado del charco. Parece ser que ellos, en su sede de illuminatis de palo tienen información privilegiada de la cual no puedes ser participe y simplemente debes acatar sus pensamientos como dogmas de fe. No se te ocurra pensar diferente, que ni se te pase por la cabeza respetar los movimientos de masas, y mucho menos ser partícipe de alguno de ellos.
Sabéis una cosa? que os den.
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